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La realidad de estudiar gastronomía.

Foto del escritor: Opinión desde la Ventana Opinión desde la Ventana



El futuro pertenece a aquellos que creen en la belleza de sus sueños. -Eleanor Roosevelt.


Has escogido seguir el camino de la gastronomía, ya sea porque te gusta cocinar, porque te imaginas siendo el próximo Gordon Ramsay, porque ansias conseguir las tres estrellas michelín, quieres tener tu propio programa de cocina o ser el próximo Master Chef.


Pues todo eso suena increíble, hasta nos hace pensar que la industria gastronómica de hoy es glamour, pomposidad, fama y fortuna. Si te identificaste con algunas de estas ideas, te diré que has escogido la carrera equivocada bajo mitos e ideas falsas.


En primer lugar, si optas por seguir esta carrera tienes que amar, disfrutar y apasionarte de la cocina, ya que es la única forma de resistir en esta dura profesión. Todos empezamos con este gran sueño de escalar alto y llegar a ser reconocidos como Chef. El primer error es creer que al graduarnos de la universidad o de algún instituto ya lograremos el título de Chef. Este reconocimiento solo se alcanza con años de trabajo y experiencia, estudiar es solo el primer eslabón de una carrera que implica de mucho sacrificio y perseverancia.


Mi vida gastronómica empezó en el 2014 cuando llegué desde Machala a Cuenca a estudiar gastronomía, recuerdo a mi mamá preguntarme una y otra vez si estaba segura de seguir esta carrera, pues que yo recuerde no cocinaba ni el agua, pero por cosas del destino descubrí que disfrutaba mucho cocinar. Aún advertida desconocía realmente lo que me esperaba en el camino.


Poco después de ingresar a la carrera conseguí mi primer trabajo, un día antes del día del padre me estaba comunicando con mi familia para decirles que no podría ir. Desde ese instante me perdí muchos encuentros familiares entre cumpleaños y festividades, como también dejé de frecuentar con amigos de mi ciudad. Y entendí que en esta industria mientras los demás descansan, es donde más tu trabajas.


Tampoco sabía todas las horas que tenía que estar de pie, el dolor de la espalda y de la cintura, pues si algo aprendí es que dentro de una cocina siempre hay algo que hacer.

La gastritis, los problemas estomacales y de peso, fueron la bienvenida al mundo de la cocina. Realmente es imposible no “picar” la comida, ya que como regla básica todo lo que se va a servir se debe probar antes.


Mi alimentación cambio totalmente, almorzaba a las cuatro de la tarde y merendaba a las once o doce de la noche. Dentro de este oficio las horas de comida siempre variarán y serán luego del servicio. Y si tuviste un día largo y pesado de servicio, cuando por fin logres comer lo harás donde puedas y con la mayor rapidez, porque aún espera la limpieza de la cocina.


Los horarios de trabajo no siempre son los mejores, pueden llegar a ser rotativos, cortados entre la mañana y tarde o noche, llegando a trabajar hasta la madrugada, y prepárate para esto, siempre hay algún cliente que llega diez o cinco minutos antes de cerrar.

Si pensabas que tu trabajo sería bien remunerado, te equivocas, realmente dentro de nuestro país un cocinero gana entre unos 400 a 800 dólares trabajando 8 horas diarias, con un día libre, que habitualmente se destina al día Lunes o el día que el restaurante no atienda o tenga la menor concurrencia de clientes. Por otra parte, un Chef puede ganar entre unos 1500 a 2000 trabajando generalmente dentro de un hotel.


Prepárate para que el estrés y la presión sean parte de tu vida, ya que tendrás que lidiar con un restaurante lleno y apañártelas con las comandas que llegan una tras otra. Hay un dicho popular que dice: si no soportas el calor, mejor sal de la cocina.


Otra cosa que tienes que saber es sobre las “heridas de guerra”, son casi como una iniciación, en algún momento te cortarás o te quemarás por la presión y la rapidez que se maneja en la cocina, por lo que será inevitable que no te llegue a ocurrir.

El costo de la carrera es otro punto importante, el grado económico es medio alto, comenzando primero por el uniforme, seguido de los utensilios que se deben adquirir y también por las compras de materia prima que se realizan a diario para cada clase.


Finalmente, si aún decides optar por esta carrera tienes que saber que dentro de una cocina es primordial la disciplina, el orden y la limpieza. El respeto por el trabajo de tus compañeros y colegas. Confía en tus habilidades y conocimientos, pero no creas que lo sabes todo, siempre habrá algo nuevo que aprender de los demás. Sé humilde, crea una competencia sana, pero sobre todo supérate a ti mismo y a tus barreras. Sé curioso, pregunta siempre, investiga y hazlo. Si no te sale a la primera, sé perseverante y trabaja hasta conseguirlo. No quieras correr antes de aprender caminar, empieza desde abajo, realmente si quieres llegar lejos, tienes que pasar por cada una de las etapas que te ofrece trabajar en una cocina.

Lo más genial de la gastronomía es que existen un sinnúmero de ramas en la que te puedes desarrollar, como en repostería, cocina de sal, barismo, coctelería, solo por nombrar algunas. Encuentra tu especialidad y sé el mejor en lo que decidas hacer, siempre con amor, pasión y respeto.


Recuerda que no estamos para copiar recetas, estamos para innovar cada día más, eso es hacer gastronomía.


Artículo de: María José Campoverde.

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